Si el indie español fuera un videojuego, Fernando Alfaro (Albacete, 1964) lo habría terminado varias veces. Tres décadas lleva el cantante de Surfin’ Bichos y Chucho interpretando canciones que a veces suenan mágicas y otras amargas, siempre haciendo cosquillas con su voz de estropajo. Hermano carnal, fotógrafo del cielo, ángel turbio y cirujano patafísico, ha decidido hacer balance en Sangre en los surcos.
Su último trabajo es “Sangre en los surcos”, del que Juan Cervera ha dicho para RockDeluxe que “Sería de ingenuos afirmar que Fernando Alfaro “se desnuda” en “Sangre en los surcos”, teniendo en cuenta que hablamos de un autor que siempre ha alimentado sus composiciones con jirones de su vida, ya sea en Surfin’ Bichos, en Chucho, con Los Alienistas o en solitario. Sus radiografías emocionales aparecen ahora, eso sí, despojadas de espasmos eléctricos, enmarcadas en un entorno de instrumentación mínima (que no minimalista). El de Albacete traza en su nuevo álbum una particular autobiografía de treinta años de carrera esquivando el manoseado “grandes éxitos” y aportando cuatro canciones nuevas.
Grabado con Paco Loco y Darío Vuelta, el álbum se detiene en partituras emblemáticas (sí, están “Gente abollada”, “Fuerte!”, “Ricardo ardiendo”, “Camisa hawaiana de fuerza”, “Magic”…), pero también en otras piezas más o menos oscuras o enterradas que aquí encuentran una nueva oportunidad (hay que prestar atención a “Siempre lo mismo” o “Qué condenadamente negra”, por ejemplo). La guitarra acústica prima en estas remodelaciones que adornan su búsqueda de lo esencial con pinceladas de teclados, dobro, percusión o vibráfonos en un unplugged (pero menos) manchego que nos recuerda una vez más que Alfaro es uno de nuestros mejores escritores de canciones cuyo talento, no siempre suficientemente reconocido, no decae: “Dominó” y “Trozos que un día”, dos de los inéditos, lo demuestran con creces.
Anticipada 10€ (con gastos de gestión incluidos)
Taquilla 12€